Fernando Alonso tuvo que someterse a unas pruebas médicas preventivas tras el Gran Premio de Abu Dabi, en el que terminó quinto, ya que soportó fuerzas de hasta 28G en el transcurso del mismo, y pudo haber sufrido algún tipo de lesión en la espalda.

El momento de mayor fuerza soportada por Alonso durante la decimoséptima carrera del Mundial se produjo en su reincorporación a la pista tras su segunda parada en la calle de garajes para cambiar los neumáticos de su monoplaza.

En esa maniobra, y para evitar tocarse con el Toro Roso del francés Jean Eric Vergne, el bólido de Alonso dio un salto al pasar por encima de un bordillo en el que sufrió un gran golpe en la espalda y las fuerzas soportadas por su cuerpo alcanzaron los 28G.

Los chequeos médicos en este tipo de casos son obligatorios e impuestos por la Federación Internacional del Automóvil. Alonso los superó sin problemas.

Según un portavoz de la escudería italiana, el piloto español recibió el alta después de un examen rutinario cuando un piloto sufre este tipo de impactos. "Guardo todos los dientes después del golpe", dijo Alonso, quien terminó quinto. "Me duele un poco la espalda, fue un golpe fuerte".

La maniobra de Alonso llegó a ser investigada por los comisarios de la carrera, que entendieron que Alonso no debía recibir penalización alguna.

Después de la carrera que se adjudicó el ya campeón del mundo Sebastian Vettel (Red Bull), Alonso se mostró molesto con Vergne, quien dijo se merecía ser sancionado.

"Yo creo que deberían penalizarle. La regla dice que cuando tienes una porción del coche a la par del otro no puedes utilizar todo el espacio de la pista. Estábamos rueda a rueda, y me echó de la pista. En esa situación o te vuelves invisible o tienes que ir por esa trazada", afirmó.