La selección de Luis Aragonés nos ha hecho vibrar a todos los aficionados al fútbol en esta Eurocopa 2008. Pero si unas imágenes han captado especialmente la atención de los espectadores, esas han sido las protagonizadas por la Familia Real en el palco de autoridades.

En el encuentro de semifinales, ante Rusia, la felicidad no permitió a los Príncipes de Asturias reprimirse y, tras unos discretos abrazos, desacompasados en las primeras jugadas de peligro de España y el primer gol, a cargo del catalán Xavi, las cosas cambiaron.

Cuando los de Aragonés marcaron el segundo gol, a cargo del andaluz Güiza, y se aseguraron prácticamente la clasificación para la final, la pareja se fundió en unos apasionados abrazos y besos, fuera del protocolo. No pudieron reprimirse. Eran todo alegría espontánea.

Ayer, en la final de la Eurocopa 2008, algo parecido le sucedió a la reina Doña Sofía. La emoción de ver que la selección podía conseguir el título europeo, tras el gol de Torres, le llevo a lanzarse sobre el Rey quien, sin embargo, prefirió mantener el protocolo.