Los primeros datos oficiales al respecto del tremendo accidente que sufrió Robert Kubica en el GP de Canadá han sido publicados por la FIA.

La investigación llevada a cabo por Peter Wright, jefe de la comisión de seguridad, deja claro que el BMW Sauber del polaco impactó contra una de las barreras de protección a 230 km/h.

A 75 G, es decir, a 75 veces la fuerza de la gravedad, se produjo la primera decelaración al impactar contra el muro. Es un dato que excede con mucho de los límites exigidos en las pruebas de de choque de los chasis y en la protección que ofrece el HANS a la fractura del cuello, que sólo alcanza los 45 G.

Se podría empezar a hablar de milagro, pues con esa fuerza las lesiones de Kubica deberían haber sido las peores. Simplemente basta el dato de que su cabeza, la única parte que no va amarrada al asiento, multiplicó su peso hasta los 418 kilos, que tuvieron que soportar las cintas elásticas que unen el armazón del HANS con su casco.

Sin ese elemento de seguridad, introducido en 2003, estaríamos hablando de tragedia segura.

"Estábamos completamente impactados por la violencia del accidente y en una nube al ver que salió casi ileso. Estamos muy contentos de cómo se comportó la célula de seguridad. Nunca hemos regateado a la hora de su construcción para aligerar peso o algo similar y siempre procuramos estar por encima de los límites, y eso se ha notado", dice el director técnico del equipo, Willy Rampf.

La caja negra de un F-1

Los datos hechos públicos porla FIA fueron recogidos por el ASR (accident datta recorder), la caja negra con la que van equipados todos los monoplazas.