La necesidad agudiza el ingenio. Por eso, los corredores y el cuerpo técnico del Extremadura, un equipo ciclista continental profesional, se han visto obligados a avalar 200.000 euros, la aportación de un segundo patrocinador que nunca llegó, para poder estar esta temporada en las carreteras. Una cooperativa ciclista hija de la necesidad.

El conjunto, a finales del año pasado, no pasó la auditoría que impulsa la Unión Ciclista Internacional (UCI) para conocer la viabilidad del proyecto. Faltaba dinero, como en el Relax. El futuro de la formación se tambaleaba después de anunciar varios fichajes, como el del prometedor Rodrigo García, y contar con el apoyo institucional de Marca Extremadura, que aporta 600.000 euros como principal patrocinador.

Alfonso Rodríguez, director de este equipo con sede en Zafra (Badajoz), inició la búsqueda de un segundo patrocinador que aportase 200.000 euros. Hubo contactos, pero nada se concretó. Al final, tras lograr varias prórrogas de la UCI, el máximo organismo ciclista dio el visto bueno a su última idea: ellos mismos serían los patrocinadores. Temporalmente.

Bajo la etiqueta "Ciclismo Solidario", los dieciseis ciclistas que forman el equipo, dos directores, dos mecánicos, dos masajistas y el médico han avalado esos 200.000 euros de su sueldo. Es una solución temporal, confiados en que a lo largo de la temporada llegará esa firma que les permita recuperar la inversión.

La otra opción, no correr, era todavía más costosa. Un año de inactividad para un ciclista profesional supone el fin de su carrera: «No había más remedio. Nos veíamos en el paro. Así que cuando surgió la posibilidad de asociarnos nos pusimos de acuerdo sin reuniones», explica Israel Pérez, ciclista convertido de la noche a la mañana en su propio patrón.

El director deportivo, Alfonso Rodríguez, ha explicado que han intentado reducir los gastos para que si no llega un segundo patrocinador, "el coste para la plantilla sea el mínimo, porque algunos sueldos estaban en el mínimo que estipula la UCI, pero hay nóminas que se han reducido un 40 por ciento para poder cuadrar las cuentas".