En un amistoso con muchos homenajes y estrenos en liza pero demasiados asientos vacíos, la selección española prolongó su idilio con el Vicente Calderón, un campo donde no conoce la derrota, superando por la mínima a Italia (1-0). Un marcador que premia el ímpetu de España, aferrada al balón desde el pitido inicial, superior y eléctrica, con mucha presencia ofensiva y sin embargo no tantas ocasiones claras. Un refuerzo anímico de cara al próximo Mundial ante un rival que, lejos de su mejor versión, tiene mucho más pedigrí mundialista. La historia es la historia.

En la reedición de la última final de la Eurocopa, un amistoso marcado por las caras nuevas y alguna que otra probatura, España ganó con un 1-0 tan justo como engañoso. Porque la roja mandó, llegó con facilidad al área de Buffon (más en la primera parte que en la segunda) y gestionó la posesión entre asociaciones y desbordes. Pero Italia, asombrosa en su capacidad para rentabilizar cualquier lance para marcar, asustó en un par de ocasiones durante el primer tiempo, como cuando Cerci mandó un balón al poste (min 3) u Osvaldo cazó en la frontal un balón repelido por la defensa para mandarlo alto (min 28). España disparó más, sí; pero desde lejos. O sin mucho tino. Y en defensa sigue esbozando fisuras.

Avisó desde bien pronto España de sus intenciones con Iniesta al timón y Jordi Alba mucho más atrevido por la izquierda que Azpilicueta por la derecha (el navarro no se quitaría el corsé hasta pasado el minuto 20). En diez minutos, pese al susto de Cerci, la selección había disfrutado de un 73% de la posesión. Demasiado. Aunque previsible. Italia era un muro y España, instalada en el campo rival, gestionaba la barrera transalpina. En el camino, mucho disparo lejano, mucha despeje de Buffon y mucho afán colaborador del debutante Diego Costa, sobre todo con Iniesta. El ariete del Atlético repelió todo egoísmo en su estreno.

La segunda parte mantuvo la misma dinámica: dominio español y arañazos transalpinos. Aunque Italia fue la que avisó primero. Sin embargo los de Vicente del Bosque, con David Silva en el campo, generaron ocasiones mucho más claras. El canario asistió a Thiago (muy bien en la dirección durante el partido), pero Buffon le sacó el balón (min 49). Silva (min 50), Pedro (min 57) o Diego Costa (min 57), entre remates flojos o demasiado faltos de puntería, reforzarían la sensación de que el gol español estaba cerca.

Y llegó, mediado el segundo tiempo, tras una asociación de Iniesta y Silva que generó un rebote que le llegó a Pedro Rodríguez. El tinerfeño firmó su decimocuarto tanto con una selección que, tras el tanto, bajó sus revoluciones. Italia, con Pirlo de estratega en las jugadas a balón parado, no le aportó mucha incertidumbre, pese a algunas imprecisiones en las marcas por parte de la zaga española, a un partido de mucho ritmo e intensidad en el que Diego Costa (min 80), Cazorla (min 84) o Navas (min 90) pudieron engordar el marcador. Al final, ocho victorias (con la de este miércoles) y tres empates avalan a los hombres de Vicente del Bosque en el feudo del Atlético. Y otro buen resultado ante Italia, una constante en los últimos tiempos.

1 - España: Casillas (Valdés, min 46); Azpilicueta, Javi Martínez, Sergio Ramos (Raúl Albiol, min 65), Jordi Alba; Busquets (Xabi Alonso, min 46), Thiago, Cesc (Silva, min 46); Pedro (Cazorla, min 81) Iniesta (Jesús Navas, min 65) y Diego Costa.

0 – Italia:  Buffon; Maggio (Abate, min 46), Barzagli, Paletta, Criscito; Motta (Giaccherini, min 61), Montolivo, Marchisio; Candreva (Pirlo, min 46), Cerci (Destro, min 68) y Osvaldo (Immobile, min 68).

Gol: 1-0 (min 62): Pedro.

Árbitro: Levgenii Aranovskyi (Ucrania). Mostró amarilla a Criscito (min 43) y Destro (min 75).

Incidencias: partido amistoso disputado en el estadio Vicente Calderón de Madrid. Unos 30.000 espectadores.