España, a terminar los deberes

Noventa minutos y un billete con destino a Alemania. La selección no debería pasar apuros en un partido que ha de ser un trámite tras el 5-1 del Calderón.
Raúl y Puyol pasean por las calles de Bratislava (Foto: Efe)
Raúl y Puyol pasean por las calles de Bratislava (Foto: Efe)
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Raúl y Puyol pasean por las calles de Bratislava (Foto: Efe)

España estará en el Mundial de Alemania 2006, o al menos eso sería lo lógico. El contundente 5-1 de la ida no hace pensar que Eslovaquia vaya a remontar, aunque en fútbol no hay nada imposible.

Y es que, con todo lo sufrido hasta la fecha, confiarse a estas alturas sería una ingenuidad. Tanto es así que los jugadores han repetido por activa y por pasiva esta semana que no hay nada hecho. Pero ellos saben que lo tienen cerca, muy cerca.

Lejos quedan los disgustos de la fase de clasificación y la agonía previa a la repesca. España tiene la eliminatoria soñada: cuatro goles de renta y un partido ante una selección a la que en su país ya dan por eliminada.

El técnico español introducirá algunos cambios en el once de esta noche, en el que se mantendrá la pereja de ataque formada por Raúl y Torres. Las principales novedades del equipo titular estarán en el centro del campo, con un equipo que volcará su juego ofensivo en la banda izquierda, en la que estará Vicente, ya que Xavi caerá a la derecha para dar cabida en el medio centro a Xabi Alonso y Baraja. En el lateral izquierdo, Antonio López sustituirá a Del Horno.

Por otra parte, a España le espera un ambiente muy caldeado en el Tehne Pole de Bratislava. La selección eslovaca se marchó muy enfadada del Calderón con la actitud de público, árbitro y jugadores, asegurando incluso que estos últimos habían actuado con arrogancia y prepotencia. Además, su técnico, Dusan Galis, se ha encargado de calentar aún más el encuentro alegando que el público español es maleducado por "no respetar" el himno nacional de Eslovaquia en la ida.

Pero la selección tiene la cabeza fría, sabedora de que todo forma parte de una estrategia de desestabilización. Sólo quedan noventa minutos, que deberían ser un trámite, para estar en Alemania.

* Eslovaquia - España (20.15 horas, A3)

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