Un indolente Madrid cae en la cancha del Eiffel Towers holandés

  • Los blancos pecaron de un exceso de relajación y confianza.
  • Pierden su imbatibilidad cuando menos lo esperaban.
  • Los de Joan Plaza forzaron la prórroga, pero ni con esas.
Kees Akerboom, del Eiffeltowers, lucha por el balón con Marko Tomas.
Kees Akerboom, del Eiffeltowers, lucha por el balón con Marko Tomas.
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Kees Akerboom, del Eiffeltowers, lucha por el balón con Marko Tomas.

El Real Madrid de Joan Plaza ganó todo lo que jugó en la pretemporada, es el líder invicto de la Liga ACB y aterrizó en Holanda confiado en derrotar sin problemas al Eiffel Towers en el estreno de la Copa ULEB 2006-07, pero el campeón holandés consiguió tumbar por primera vez en todo el curso a los blancos.

Comparar jugador por jugador la plantilla del Den Bosch -nombre del club- y la del Madrid es un brindis al sol, una comparación que no se sostiene, los blancos son infinitamente superiores. Pero sobre el papel, las competiciones europeas dan muchas sorpresas.

El conjunto de Joan Plaza nunca hubiera pensado que podía perder este partido y salió a la pista tranquilo y en la versión que ha enseñado hasta ahora en todas las canchas. Se puso 0-10 y, en vez de mantener la cabeza fría, mordió el anzuelo de los holandeses.

Demasiada relajación

Los blancos, de forma inconsciente, debieron pensar que iba a ser una noche plácida, para disfrutar de un partido entretenido y traerse el primer triunfo continental de la temporada a casa. Es muy posible que los rivales directos del conjunto español en el Grupo D, el Unics Kazan ruso, el PAOK Salónica griega y el Estrella Roja serbio hayan tomado buena nota y viajarán a Den Bosch avisados.

Los holandeses tiraron veintiocho triples y metieron doce, pero ellos fueron fieles a su estilo. El Madrid aceptó jugar el baloncesto que mejor le iba a sus anfitriones creyendo que podría dar un golpe de timón en cualquier instante.

Y así es. En cuanto apretó los dientes mínimamente después del descanso volvió a despegarse con gran facilidad, sobre todo porque el Eiffel Towers no tiene nada que hacer ante los blancos si éstos utilizan el juego interior. Pero Joan Plaza quiso dar minutos a los que menos juegan, como hubiera hecho cualquier entrenador en la pista del Eiffel Towers.

Tropezó dos veces con la misma piedra

Con lo que no contaba Plaza era con la autocomplacencia de su equipo. Entre otras cosas, porque no la había tenido hasta ahora. El Madrid se despegó en el tercer corte sin apenas esfuerzo (34-45 mj.28), incurrió en el mismo error que al principio, creyó que ya había hecho todo y lo pagó caro.

Los holandeses, con ocho estadounidenses en sus filas, convirtieron el duelo en un choque de 'playground', cargó el juego en sus mejores tiradores y acabó ganando el choque. El estadounidense Louis Bullock salió en auxilio de los blancos al final del último cuarto, y apoyado por el belga Hervelle fue posible la prórroga.

Sin embargo, los cinco minutos de prolongación que daba la ocasión de redimirse al Real Madrid fueron la gloria del Eiffel Towers. Los holandeses vieron claramente que los blancos no estaban por la labor de defender a tope y dejaron que sus mejores muñecas les dieran un triunfo que, para el campeón holandés, merece una buena celebración.

FICHA TÉCNICA:

84 - Eiffel Towers (16+12+16+24+16): Young (25), Jones (5), Akerboom (10), Rodgers (16), Wright (4) -cinco inicial-, Weathers (10), Van der Kamp (-), Nelson (7), Owens (2) y Aarts (5).

77 - Real Madrid (15+16+17+20+9): Tunceri (2), Smith (1), Tomas (9), Hervelle (18), Varda (10) -cinco inicial-, Hamilton (2), Reyes (6), Mumbrú 88), Sinanovic (2), Bullock (17) y López (2).

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