En octubre de 2012, Rabobank abandonaba el patrocinio en el ciclismo a causa del dopaje. "Es una decisión que tomamos con mucho dolor", aseguraban, escandalizados tras el informe de la USADA sobre Lance Armstrong en el que se mostraba una gran red de dopaje en este deporte.

"Ya no estamos convencidos de que el mundo del ciclismo profesional pueda hacer de este deporte algo limpio y justo. No confiamos en que esto pueda cambiar en el futuro inmediato", aseguraba en un comunicado un miembro del consejo directivo del banco, Bert Bruggink.

Sus razones tendría para sospechar, porque tres meses después Rabobank se ve salpicado por este mismo problema. El diario holandés NRC Handelsblad destapa, en base a las informaciones de doce ciclistas en la mayoría de forma anónima, que de 1996 a 2012 las prácticas ilegales eran habituales en este equipo. "Durante esta etapa funcionó con dopaje".

Thomas Dekker, ciclista que debutó en 2002 en el equipo del Rabbobank, ha sido el único en ofrecer su nombre. La publicación extrae de estas conversaciones con una docena de sus corredores, que fue el  Tour de 1996 donde utilizaron EPO por primera vez. "Era una forma de vida para muchos compañeros. Vive duro, entrena duro, el dopaje es propio de la profesión", recuerda Dekker.