A sus 37 años, 1.443 días después del amarillo del Tour 2005 y tras tres campañas retirado, el estadounidense Lance Armstrong rozó el liderato de la ronda gala.

En la contrarreloj por equipos de Montpellier, sobre 39 km, el Astaná marcó el mejor tiempo, se quedó a centésimas de arrebatarle el liderato al suizo Fabian Cancellara y logró jugosas rentas antes de los Pirineos sobre Denis Menchov y Cadel Evans.

Salvo en la primera referencia, en el kilómetro 9, donde el Caisse d'Epargne de Óscar Pereiro y Luis León Sánchez marcó una referencia que nadie superó –gran crono para los pupilos de Eusebio Unzué, finalmente séptimos, pese a salir primeros, sin ninguna referencia–, el Astaná fue un ciclón sin fisuras.Fue marcando el mejor tiempo tanto en el km19,5 como en el 30,5. En la meta, donde llegó con seis efectivos –se quedaron Rast, Muravyev y Popovych– rebajó en 18 segundos el tiempo de los estadounidenses del Garmin.

Un tiempo que deja a Contador tercero en la general y sitúa a cinco astanás entre los diez primeros. Menchov y Evans, mal El Saxo Bank de Cancellara y los hermanos Schleck, Frank y Andy, logró el tercer tiempo en la meta y concretó su remontada tras un inicio dubitativo.

El Cervélo de Carlos Sastre fue regular y se dejó en la meta 1:37 con el Astaná. "Es un resultado para estar satisfecho", dijo el actual ganador.

Más decepcionante, sobre todo por las pérdidas de tiempo de sus líderes, fueron las cronos del Rabobank, que perdió 2:20 con el añadido de la caída que sufrió su líder Menchov, y el Silence: Cadel Evans se dejó 2:35.

Contador no se hace ilusiones

"Hay que estar contentos por estas ventajas, pero queda todo lo gordo", analizaba Contador.

"Fue una lástima, pero no me quita el sueño ser líder", sintetizó un Armstrong, que horas antes de la crono se relajaba escuchando a los Iron Maiden.