"Va por ti, Seve"

Imagen de archivo de 2002 del golfista español Severiano Ballesteros en Wicklow (Irlanda).
Imagen de archivo de 2002 del golfista español Severiano Ballesteros en Wicklow (Irlanda).
Paul McErlane / REUTERS
Imagen de archivo de 2002 del golfista español Severiano Ballesteros en Wicklow (Irlanda).

El sudafricano Thomas Aiken consiguió en el campo de El Prat la victoria final en el Abierto de España y dedicó su triunfo a Severiano Ballesteros, una leyenda del golf, que falleció este sábado a los 54 años de edad.

"Seve era una fuente de inspiración para todos nosotros y todos queríamos ganar este torneo por él. Cualquiera que hoy hubiera sido el vencedor, se lo habría dedicado a Seve", declaró Aiken tras asegurarse su primer triunfo en el circuito europeo.

Aiken, de 27 años, cubrió el último recorrido en 70 golpes para un total de 278 y terminó el torneo con dos de ventaja sobre el danés Anders Hansen, mientras que el escocés Scott Jamieson u el español Pablo Larrazábal compartieron el tercer puesto, a tres golpes del ganador.

El ganador supo administrar bien su renta y se llevó la primera victoria de su carrera al finalizar hoy en el Real Club de Golf El Prat de Tarrasa (Barcelona) con una tarjeta final de -10 y un total de 278 golpes tras cuatro jornadas brillantes.

Fue una sorprendente y holgada victoria del golfista de Johannesburgo -líder desde la segunda jornada-, que sacó dos golpes al segundo clasificado, el danés Anders Hansen, y tres a los terceros, el escocés Scott Jamieson y el español Pablo Larrazábal.

Larrazábal se quedó a las puertas del triunfo y ha sido el mejor español del presente Abierto de España, con una tarjeta final de 71 golpes -uno abajo-, tras cuatro "birdies" y tres "bogeys".

El sudafricano Aiken sustituye de esta manera en el palmarés del Abierto español al gaditano Álvaro Quirós, que decepcionó en esta ocasión al no poder pasar el corte tras las dos primeras jornadas.

Sin embargo, la victoria del sudafricano quedará ensombrecida por la muerte del mejor golfista español de todos los tiempos, Severiano Ballesteros, que estuvo muy presente durante todo el campeonato.

Los jugadores llevaron crespones negros y se guardó un minuto de silencio en recuerdo a 'Seve', el gran impulsor del golf en España y figura mundial.

Una sentida pérdida

Uno de los golfistas que más ha sentido su pérdida ha sido Txema Olázabal, con el que formó la mejor pareja de la Ryder Cup, y que pese a todo el dolor -y las lágrimas- quiso terminar su participación en el Open de España.

Olázabal cerró su actuación en Tarrasa con un +8, en el que ha sido uno de sus peores momentos como golfista por la muerte de su compañero cántabro.

Por su parte, Miguel Ángel Jiménez, que fue vicecapitán de Seve en la Ryder de Valderrama, acabó entre los 50 primeros al terminar con un +4.

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