El fútbol modesto agoniza. La crisis económica y la esperpéntica gestión de muchos de sus patrones lo han colocado al borde de la ruina.

El capítulo más triste de esta historia lo protagonizó el pasado domingo el CD Logroñés, un histórico que consumó su descenso a la Regional Preferente al no comparecer a su choque ante el Tedeón. Segunda ausencia de la temporada. Y adiós a Tercera.

Un calvario parecido viven en El Puerto de Santa María. "Es lamentable que a los jugadores les tenga que sacar la Policía de los pisos; que no tengan para comer; ni siquiera para venir a entrenar". Estas palabras llenas de dolor salieron de la boca de Alberto Ferri, entrenador del Portuense, equipo del grupo IV de Segunda B. Sus jugadores llevan más de cinco meses sin cobrar.

Julián Muñoz,moroso

En el mismo grupo, los futbolistas del Marbella no ven un duro desde octubre. "Nos deben unos 180.000 euros", comenta a 20minutos Alejandro Ávila, capitán del equipo, quien recuerda la deuda que mantiene con ellos el Ayuntamiento: "De cuando gobernó Julián Muñoz -imputado en el caso Malaya por corrupción inmobiliaria e institucional- con el GIL (Grupo Independiente Liberal) nos adeudan unos 450.000 euros".

Los 'ricos' también lloran

A menor nivel, los clubes de Primera también sufren. El Valencia, con la reciente negación por parte de Bancaja de un crédito de 100 millones de euros, es el que peor lo está pasando.

El Deportivo tampoco anda sobrado desde que su ex patrocinador, Martinsa-Fadesa, se declaró en suspensión de pagos. Incluso la inmaculada camiseta del Athletic se ha manchado de publicidad para obtener un ingreso extra.

La LFP (Liga de Fútbol Profesional) calcula que los clubes de Primera y Segunda deben unos 2.000 millones de euros.

"Quería pagarnos con un cuadro"

La intrahistoria del descenso del CD Logroñés a Regional es un disparate lleno de mentiras y situaciones surrealistas fruto de la imaginación de Javier Sánchez,  propietario del club.

"Primero nos pagó con cheques falsos. Luego, nos prometió transferencias ficticias, e incluso nos puso en contacto con el supuesto director de una oficina del Santander que nos aseguró que disponía de dinero", manifiesta a este periódico César Rodríguez, capitán del conjunto riojano, quien estima la deuda con la plantilla en "unos 130.000 euros".

La desesperación de Sánchez fue tal que ofreció sus bienes: "Nos dijo que nos daba un Volvo y un Audi, que valoró en 90.000 euros, y un cuadro, que decía que valía 360.000 euros. Hasta nos dio como fianza un camión blindado que pretendía vender al dueño de un club de alterne".

Otro de los componentes del Logroñés, Antúnez, explica cómo es Sánchez: "No tiene dinero ni para llamar. Y cuando telefonea, te hace una perdida".