Copa Confederaciones: el torneo que se inventaron los árabes y que nunca ha ganado España

  • Desde 1997 la FIFA se encarga de su organización aunque nació en 1992 bajo el nombre de Copa Rey Fahd.
  • Es la antesala del Mundial y desde 2005 se disputa en la misma sede que el mismo.
  • La selección española ha disputado dos ediciones.
  • Copa Confederaciones 2017: grupos, fases y horarios.
Neymar y Fred celebran un gol de Brasil en la Confederaciones de 2013.
Neymar y Fred celebran un gol de Brasil en la Confederaciones de 2013.
EFE
Neymar y Fred celebran un gol de Brasil en la Confederaciones de 2013.

Los aficionados al fútbol entienden que la Copa Confederaciones se disputa como 'aperitivo' un año antes de que se dispute el Mundial. Pero los orígenes de esta competición son cuanto menos curiosos. La edición de 2017 arranca este sábado en Rusia, y tiene de especial que es la décima vez que se va a celebrar, la octava bajo el nombre que ahora tiene. Además, España nunca la ha ganado.

Y es que la Confederaciones es un invento árabe. El torneo nació en 1992 como Copa Rey Fahd y se jugó en Arabia Saudí desde 1992 hasta 1995. En un principio se celebraba cada dos años pero en 1997 la FIFA se hizo cargo de su organización y pasó a llamarse Copa FIFA Confederaciones.

Mantuvo los periodos de tiempo hasta 2005, cuando decidió que se pasase a disputar cada cuatro años y siempre en el año precedente al Mundial, coincidiendo también en sede con este. Así, Corea y Japón –única vez que se ha jugado en dos países-, Alemania, Sudáfrica, Brasil, y ahora Rusia, medirán su potencial para la gran competición con el 'hermano pequeño', que es la Confederaciones.

Ediciones con momentos de todos los colores

Cada edición de la Copa Confederaciones la disputan un total de ocho equipos –siete y el anfitrión-, que son los campeones del Mundo, Asia, Europa, Concacaf, América, África y Oceanía.

El combinado con más títulos es Brasil, que la ha ganado en cuatro ocasiones, seguido de Francia con dos títulos. Los cariocas ganaron tres consecutivas (2005, 2009 y 2013) y los galos dos (2001 y 2003). Argentina, México y Dinamarca también tienen una Confederaciones en sus vitrinas.

En cuanto a los goles, Ronaldinho comparte con el azteca Cuauthemoc Blanco el honor de ser los dos máximos goleadores de la competición, con nueve tantos cada uno. El primer español que aparece en esa lista es Fernando Torres, con ocho.

Una de las situaciones más dolorosas de la historia de la Confederaciones se vivió en la edición de 2003, cuando el camerunés Marc Vivien Foé perdió la vida durante el partido que disputaba su selección frente a Colombia.

Rusia además tendrá el reto de intentar superar a la edición de 2013 en cifra de goles. La de Brasil fue la Copa Confederaciones más efectiva: se marcaron un total de 68 tantos. Precisamente el dato de mayor goleada de la historia del torneo está en manos de España, que en el país de la samba goleó a Tahití por 10-0.

Papel de España: dos derrotas dolorosas

Precisamente España tiene en la Confederaciones la única espina que se ha quedado clavada en la generación de oro de nuestro fútbol. Ha disputado dos y no ha ganado ninguna. A la de 2009 acudió como campeona de Europa, después del triunfo en Austria y Suiza de la mano de Luis Aragonés un año antes.

Ya con Vicente del Bosque en el banquillo, los nuestros vivieron uno de los partidos de menos nivel que se le recuerdan a la Roja actual. La Estados Unidos, con un espectacular Clint Dempsey, apeó a España en semifinales en un partido en el que los americanos fueron muy superiores: los goles del propio Dempsey y del exjugador del Villarreal Altidore dejaron a la selección fuera de la final.

Una final a la que sí se llegó en 2013. España acudía a la cita brasileña siendo el rey del fútbol mundial después de la gloria en Sudáfrica y de repetir trono continental en Polonia y Ucrania goleando a Italia.

También los transalpinos fueron el rival más exigente en esa Copa Confederaciones. El hecho de que España ganase consecutivamente Mundial y Eurocopa dio la opción a los azzurri de jugar el torneo como subcampeón de Europa.

De nuevo de la mano de Del Bosque, una España poco renovada pasó por penaltis ante los chicos de Cesare Prandelli. En la final esperaba una Brasil ultramotivada, con un Neymar que ya dibujaba pasos de verdadera estrella.

Y la que se estrelló fue España: contundente 3-0, delirio en las gradas de Maracaná y quizás el primer paso de la caída que años después se confirmaría en el Mundial al año siguiente y en la Eurocopa de Francia. Para muchos esa derrota en la Confederaciones fue el fin de la generación de oro del fútbol español.

Rusia quiere mostrar sus mejores galas

Ahora le llega el turno a Rusia. El anfitrión compartirá cartel con Alemania, Nueva Zelanda, Portugal, México, Camerún, Chile y Australia, y el torneo tendrá como sedes Moscú, San Petersburgo, Kazán y Sochi.

Como curiosidades, Chile se estrena en la Copa Confederaciones tras haber ganado la Copa América, y en la convocatoria germana sorprenden las ausencias de sus grandes estrellas. Pero no por eso quiere ser un torneo descafeinado. Rusia quiere mostrar que su Mundial estará a la altura.

Teniendo en cuenta que la siguiente edición, que habría de disputarse en Catar, está en entredicho –por fechas y por las dudas que despierta la sede tanto en el aspecto político como climatológico-, los rusos pueden enseñar al mundo la verdadera evolución de un torneo con poca fama pero muy atractivo.

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