Acaba de asumir el cargo tras la marcha de Miguel de la Villa, ¿qué retos tiene por delante?

Estaré solo hasta las elecciones, así que mi reto es dar visibilidad a los proyectos en marcha sin que se note que ha habido un cambio. Lo más ilusionante son los espacios creados para hacer deporte en Madrid Río, que hacen una ciudad más humana y con más calidad de vida.

Pero se encuentra con la patata caliente de las protestas en los polideportivos, ¿es cierto que los quieren privatizar?

Los trabajadores defienden su postura y es lógico, pero el Ayuntamiento se compromete a que no haya despidos. Pero lo cierto es que para dar un servicio de calidad hay que buscar un nuevo modelo de gestión indirecta, con más calidad por menos dinero.

¿Aún tiene la espinita clavada por no tener los Juegos de 2016?

Más que una espinita, diría yo. Pero ahora estamos en un periodo de reflexión, valorando el panorama de casa y el internacional, sopesando los pros y los contras. Hay muchas variables.

¿Es usted partidaria de intentarlo de nuevo para 2020?

Hay que encontrar el momento, no sé para qué año, pero si no te rindes lo tienes más fácil y nosotros seguimos en la carrera. Hay tiempo hasta septiembre y apuraremos hasta el último minuto.