Cesc Fábregas, gran amigo de Gerard Piqué, defendió la compatibilidad de sentirse catalán y querer la independencia con jugar en la selección española, y aseguró que el central del Barcelona, igual que ha sido valiente en un aspecto, lo sería en otro si no quisiera jugar con La Roja.

"Está claro que Piqué tiene las ideas muy claras y si no quisiera jugar con la selección española no estaría aquí", aseguró en una entrevista a Radio Marca. "Su presencia en la Diada para mí no tiene nada que ver porque, por ejemplo, también se vio a Xavi y es muy querido con España y de los jugadores más comprometidos de la historia de la selección", añadió.

Cesc dijo que se siente catalán y que ese sentimiento es compatible con vestir la camiseta de la selección española. "Me siento catalán, pero soy español. Entiendo por dónde viene todo, porque somos un país que nos gusta mucho el debate. Hay jugadores que se sienten catalanes o vascos pero en deporte todos somos españoles, estamos a gusto deportivamente con la selección y no veo mal que uno venga sintiéndose catalán. El deporte y la política está muy mal mezclarlos", afirmó.

Fábregas dejó claro que su amigo Piqué acude a la selección española porque desea jugar en ella: "Al final, venir es si uno está a gusto o no y él está aquí, con la selección. Ha dicho públicamente lo que quería, igual que podría decir que no quiere estar aquí. Él quiere ganar y está sacrificado con la selección". "En mi caso yo vengo siempre más que contento. Me siento muy feliz de estar en la selección española, juego en un gran equipo, ganamos trofeos y estoy feliz aquí siempre", añadió.

"Me siento catalán como el que más, pero miro mi pasaporte y soy español. Estoy orgulloso de jugar con mi selección. Tengo la conciencia tranquila al saber lo que eres y lo que quieres", resaltó. Cesc también se mostró a favor del referéndum por la independencia de Cataluña: "Yo el 9 de noviembre creo que la gente tiene que votar y ser libre de mostrar su pensamiento. Si la gente quiere hacerlo debe poder porque no se hace daño a nadie. Es como pasó en Escocia, la gente decidió lo que quiere".