El cáncer perdió decenas de batallas en el fútbol activo

Abidal es manteado por sus compañeros y aclamado por un Camp Nou repleto.
Abidal es manteado por sus compañeros y aclamado por un Camp Nou repleto.
EFE
Abidal es manteado por sus compañeros y aclamado por un Camp Nou repleto.

El vuelo rasante del cáncer fue inocuo para la mayoría de los futbolistas y entrenadores que, aún en activo, recibieron un diagnóstico similar al de Tito Vilanova, entrenador del FC Barcelona que será operado este jueves, y por segunda vez, de un tumor en la glándula parótida.

Vilanova, de 44 años, regresa a la lucha contra el cáncer, una enfermedad derrotada antes por decenas de jugadores y técnicos a quienes la enfermedad también llamó un día a su puerta.

El propio Vilanova ha sido testigo directo del trance del jugador blaugrana Eric Abidal. El futbolista francés recibió hace más de un año un trasplante derivado de un cáncer en el hígado. Abidal ya ha comenzado los entrenamientos tras regresar a la disciplina deportiva del club catalán.

Diez años antes que Abidal, la enfermedad también intentó dar su tétrico abrazo a José Francisco Molina. El guardameta despejó de su área ese balón envenenado.

Molina se curó de cáncer en los testículos y no solo volvió a los terrenos de juego sino que, tras la retirada, fue entrenador del Villarreal.

Otro exportero y ahora ayudante de Cholo Simeone en el Atlético, el argentino Germán Burgos, declaró tras superar en 2003 un cáncer que la enfermedad le había "reforzado mentalmente".

Burgos fue operado de un tumor maligno en el riñón izquierdo y su periodo de recuperación fue de casi tres meses. 'El Mono' Burgos volvió a jugar al fútbol. Ahora es el complemento técnico de su compatriota Simeone.

El también cancerbero que pasó por el Mallorca y el Albacete, el argentino Carlos Roa, regresó a las canchas tras vencer un cáncer de testículos, en el mismo lugar en donde el jugador holandés Arjen Robben, entonces (2004) en el Chelsea, vio detenida su carrera por idéntico problema.

En el momento de recibir el diagnóstico, Arjen Robben aseguró que "el fútbol dejó de ser importante". El exfutbolista del Real Madrid fue operado. Entró en quirófano con sólo 20 años. Meses después, su fama como futbolista, sus regates y goles le convirtieron en una de las estrellas del balompié europeo.

El marcador a favor del fútbol y en contra del cáncer aumentó sus dígitos gracias a los ejemplos del volante brasileño Narciso dos Santos -leucemia en 1999; del jugador del filial del Athletic Club Borja Basagoiti -cáncer testicular en 2003-, del portero Sergio Aragoneses (Hércules) -cáncer en los testículos- o del delantero alemán Heiko Herrlich, del Borussia Dortmund, que en 2001 se curó plenamente de un tumor en el cerebro.

El fútbol doblegó muchas veces al cáncer, como en 1994 también alcanzó victorioso la meta el delantero búlgaro del Valencia Luboslav Penev, que batió con 28 años a la enfermedad en el testículo izquierdo.

Penev recuperó pronto su capacidad de remate y su instinto goleador, como el fútbol espera que también lo hará Vilanova pero con su pizarra de estratega en las manos, en donde podrá subrayar: "yo también derroté al cáncer".

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