Bondarenko vuela en salto de altura y vuelve a amenazar el trono de Javier Sotomayor

  • El Ucraciano consigue con su salto -2,41- un nuevo récord de los campeonatos.
  • Ha sido una de las mejores finales de esta disciplina en los últimos años.
  • Justo este verano se han cumplido 20 años del récord del mundo del cubano.
El ucraniano Bohdan Bondarenko celebra su victoria durante la final del salto de altura masculino de los Mundiales de Atletismo Moscú 201.
El ucraniano Bohdan Bondarenko celebra su victoria durante la final del salto de altura masculino de los Mundiales de Atletismo Moscú 201.
EFE
El ucraniano Bohdan Bondarenko celebra su victoria durante la final del salto de altura masculino de los Mundiales de Atletismo Moscú 201.

Bohdan Bondarenko retribuyó el fervoroso apoyo del público ucraniano con el título mundial de altura y un salto de 2,41 metros sin precedentes en la historia de los campeonatos del mundo, en una final con los medallistas por encima de los 2,38. Por momentos peligró, incluso, el viejo récord mundial del cubano Javier Sotomayor. Con el listón en 2,46, un centímetro por encima de la plusmarca, Bondarenko no anduvo lejos de acertar en su segundo intento.

El catarí Mutaz Essa Barshim, que este año también había superado los 2,40, se llevó la medalla de plata con 2,38 y el canadiense Derek Drouin, con la misma altura, adornó con la de bronce su récord nacional, un año después de conseguir también el bronce olímpico. La disciplina de altura llevaba trece años sin registrar un solo salto por encima de los 2,40, desde que el ruso Vyacheslav Voronin los superó en Londres el 5 de agosto del 2000, pero en 2013 lo han hecho dos: Bondarenko y Barshim (2,40). Dos por encima de 2,40 es algo que no ocurría desde 1991.

Bondarenko se presentaba, por tanto, como favorito, y no sólo por sus marcas, sino porque contaba con el ruidoso apoyo de la colonia ucraniana que un día tras otro concurre al estadio Luzhnikí formando en la grada los colores azul y amarillo de la bandera nacional. El listón en 2,32 seleccionó a siete. Bondareko, muy seguro se sí mismo, esperó a los 2,29 para debutar, declinó atacar los 2,32 y se fue directamente por los 2,35, que superó a la primera, como Barshim, el ruso Ivan Ukhov -campeón olímpico- y Drouin.

Barshim y Drouin saltaron 2,38 -récord nacional para el canadiense-, en tanto que Bondarenko se reservó para los 2,41 en una decisión arriesgada pero que reflejaba una enorme confianza. Una vez que el campeón olímpico, Ukhov, falló en 2,38, quedaban tres en competición. Bondarenko, empatado hasta ese momento con Ukkhov en el tercer puesto, sentenció la contienda al superar, a la segunda, los 2,41. Después, ya con el oro en el bolsillo, atacó, sin éxito, los 2,46.

Sólo una vez este año, en Shanghái, Bondarenko se había inclinado ante Barshim, y sólo por haber cometido un nulo más, pues los dos hicieron igual marca de 2,33. En la reunión de Lausana, el 4 de julio pasado, Bondarenko ejecutó el mejor salto en 19 años, volando sobre el listón situado a 2,41 del suelo, y a continuación ordenó elevar la barra hasta los 2,46 para batir el récord de "Soto", conseguido el 27 de julio de 1993 en Salamanca con 2,45. No lo consiguió, como tampoco en Londres, hace dos semanas, pero Bondarenko empieza a perderle el respeto a esa altura.

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