Dos bomberos desafían al Atlántico a remo: "Al mar no hay que respetarlo, sino temerlo"

  • Pepe y Emilio esperan superar los 5.556 km en 60 días de travesía.
  • La Talisker Whisky Atlantic Challenge comienza el dos de diciembre en la Gomera y la meta está en la isla caribeña de La Antigua.
  • Peligros: volcar, que se rompa la desalinizadora, olas de 20 metros, basura, tormentas eléctricas y posibles tiburones.
  • También les guía una causa solidaria: captar fondos para el Banco de Alimentos de la Región de Murcia: "Es momento de echar un cable, no de juzgar a nadie".
Emilio (izda.) y Pepe (dcha.) cruzarán el Atlántico a remo a partir del dos de diciembre.
Emilio (izda.) y Pepe (dcha.) cruzarán el Atlántico a remo a partir del dos de diciembre.
JORGE PARÍS
Emilio (izda.) y Pepe (dcha.) cruzarán el Atlántico a remo a partir del dos de diciembre.

"Al mar no hay que respetarlo, hay que temerlo", recuerda que le decían los pescadores locales a Emilio Hernández Carmona, bombero murciano de 42 años que cruzará el Atlántico haciendo equipo con su colega José González García, de 28, en la prueba de remo más dura del planeta, la Talisker Whisky Atlantic Challenge. Ese dicho de la gente de mar es ahora su lema.

La aventura arrancará el dos de diciembre del puerto canario de San Sebastián de la Gomera y concluirá 5.556 kilómetros (3.000 milas náuticas) después en el astillero Nelson de la isla caribeña de La Antigua. "El objetivo es acabar, que ya es bastante. Calculamos que tardaremos unos dos meses. Los vientos alisios y la corriente ecuatorial norte ayudan porque solo a brazo sería casi imposible", comenta Pepe, como le conocen en el Consorcio de Bomberos de Murcia.

Pensando en lo que les espera, se han preparado navegando en tormenta, alejados de la costa y recorriendo media península ibérica durante 14 días seguidos.

Escotillas bien cerradas

"El mayor peligro es volcar con las escotillas abiertas. En ese caso, se llena el barco de agua y no podríamos levantarlo. Otro riesgo muy importante es la rotura de la desalinizadora, que es la que nos permite coger agua del mar, tratarla y poderla beber. Nos quedaríamos sin agua potable", apunta Pepe.

También se encontrarán con olas de 20 metros, tormentas eléctricas, mucha basura y algún que otro animal. "Yo solo he leído el caso de un ataque de tiburón. Pero, por regla general, si le das con una pala en el morro, se asusta y te deja tranquilo", dice Emilio, quien añade un resumen de la que va a ser su rutina diaria: "Dos horas remando y dos horas en los camarotes descansando, durmiendo o haciendo la comida para el compañero. Lo que se suele llamar trabajar a cama caliente. Así serán las 24 horas del día".

La embarcación en la que viajarán también dispone de paneles solares para recargar las baterías y banda ancha, además de material sanitario y de seguridad. "Yo soy un poco destrozatodo. Él es el manitas", explica Emilio, a lo que Pepe responde: "Las carencias de uno las suple el otro. Él es el navegante".

Con sabor a lentejas, fabada y paella

La hidratación es más importante que la alimentación, simplemente porque el ser humano aguanta menos días sin beber que sin comer, pero la comida es fundamental. "Consiste en meter al día 5.000 o 6.000 calorías porque en esta aventura perderemos de 18 a 20 kilos", asegura Pepe. El menú lo desgrana Emilio: "Liofilizado y deshidratado. Nos llevamos tres sabores: lentejas, fabada y paella. Se deja comer. Con el agua de la desaladora se calienta, porque llevamos un camping gas, y se puede comer".

"Además, llevaremos algún caprichito como jamón o chocolate, que siempre te de mucha energía", añade Pepe.

"80% mente y 20% físico"

Durante la presentación del equipo español, que se ha hecho llamar Vamos Compi!, los dos bomberos murcianos pudieron escuchar de primera mano los consejos de Rory Mckenzie, un excombatiente británico que perdió una pierna en Irak y que acabó la prueba el año pasado. "El 80% es mente y el 20% físico", comenta el aventurero. "Si no has pasado por malos momentos, abandonarás esta prueba. Ellos son bomberos y lo superarán. Conviven con los peligros de una vida extrema día a día", añade.

De una convivencia tan larga, pueden surgir roces, aunque Rory asegura que "no hay tiempo para pelearse. Si alguien no rema o esta bajo de moral, en vez de regañarle, hay que hablar con él y animarle". Pepe y Emilio responden casi al unísono: "Ya hemos vividos situaciones más o menos tensas y las hemos resuelto bien. Somos casi hermanos y así seguiremos después de la Talisker. No digo que no vayamos a discutir, pero sí a solucionar las cosas bien".

El último apunte del británico estuvo relacionado con el ocio. "Llevaros música y audiolibros. El mar es precioso y la compañía seguro que también, pero después de dos semanas remando, te aburres de todo", afirma Rory Mckenzie.

Remando para ayudar en la crisis

La aventura de José González y Emilio Hernández incluye una causa solidaria. "Queremos captar fondos para el Banco de Alimentos de la Región de Murcia. Todos tenemos que ayudar para que este país levante un poco el vuelo. Seguro que algunos tienen la culpa de su desastre económico, pero creo que no es momento de juzgar a nadie, sino de echar un cable. También hay que pensar que hay niños involucrados que no tienen la culpa de lo que han hecho sus padres". A través de este mail se puede ayudar: esfuerzoatlantico@hotmail.com.

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