La Junta Directiva del FC Barcelona se enfrenta a una multa de entre 60.000 y 600.000 euros por una "falta muy grave" por la entrada de bengalas al Camp Nou durante la celebración del partido de Copa del Rey contra el Real Madrid.

Los Mossos también han abierto una investigación paralela para identificar al autor del lanzamiento de una bengala, que impactó en la zona donde estaban los seguidores del Madrid sin causar heridos.Si la policía logra identificar el autor, éste se enfrentará a una sanción económica, y si fuera socio del club podría ser expulsado.

Los Mossos han levantado un acta única que recoge la entrada de material pirotécnico al estadio y los altercados producidos antes y después del partido, que se trasladará a la Dirección General de Administración de Seguridad, que decidirá el importe de la multa. Además del lanzamiento de la bengala, antes del partido, un grupo de Boixos Nois' acudió a la entrada del campo cuando los Mossos escoltaban a los hinchas del Madrid, entre los que había Ultras Sur, y les tiró tres bengalas y les amenazó de muerte.

Este mismo viernes se ha reunido la directiva del FC Barcelona, encabezada por el vicepresidente del Área Social, Jordi Cardoner, el director de los Mossos, Manel Prat, y mandos policiales responsables de la seguridad en el campo, un encuentro que fuentes policiales han calificado de positivo.

En el encuentro, los mandos policiales han acordado tres recomendaciones de seguridad, que el club deberá seguir para garantizar la seguridad: incrementar los controles de los accesos, no tolerar la creación de grupos violentos integrados por personas con antecedentes y hacer un control finalista de los paquetes de entradas que vende o regala a empresas y grupos de aficionados para garantizar su uso correcto.

La policía ha constatado el ingreso de seguidores violentos en el Camp Nou, que entran en el campo de forma separada para no despertar sospechas, pero que se reúnen posteriormente en el Gol Sud. El club se ha mostrado "dispuesto" a seguir estas recomendaciones de la policía catalana, cuyo responsable de seguridad en el campo deberá recibir la información de todas estas medidas.