El Barça paga su dejadez en su estreno en la Liga de Campeones ante el Milan

Thiago Silva celebra el tanto del empate en el Barça - Milan junto a un Cesc cabizbajo.
Thiago Silva celebra el tanto del empate en el Barça - Milan junto a un Cesc cabizbajo.
EFE
Thiago Silva celebra el tanto del empate en el Barça - Milan junto a un Cesc cabizbajo.

La condescendencia se paga, seas el actual campeón de la Liga de Campeones o no, y por ello el FC Barcelona arrancó su andadura en la presente edición con un empate ante un Milan con 'piel de cordero', que sorprendió en el primer y último minuto de partido con goles de Pato y Thiago Silva y que supo arrancar un punto del Camp Nou 'a su manera'. Los goles de Pedro y Villa antes y después del descanso no fueron anestesia suficiente (2-2).

Avisó Guardiola en la previa con la posible incursión de Puyol en el once titular para minimizar la ausencia de Piqué, pero decidió apostar finalmente por el mismo remedio de las últimas citas —Busquets y Mascherano como centrales y Alves y Abidal de escuderos—. Y 'el truco', en esta ocasión, provocó el caos defensivo en apenas unos segundos. En concreto, veinticuatro.

Pato, ágil e inteligente, despistó a la línea de cuatro con un autopase sobre Mascherano y Keita, en la primera jugada y desde el centro del campo,  y se plantó solo ante Valdés, al que batió sin problemas.

Una sacudida a la velocidad de la luz. Pero la acometida no fue la única sorpresa, porque el roto se pudo prolongar varios minutos después con otras dos llegadas similares del brasileño sin eficacia, entrando desde la segunda línea, en modo factor sorpresa, y con Seedorf de líder, demostrando que algunos futbolistas podrían jugar eternamente.

El Barça comprobó entonces que esta imagen del Milan es básicamente la que dio el año pasado ante el Real Madrid, la de marcar y replegar más allá de tu propio área, sin importar si quedan 80 minutos o la eternidad. Y dicha misión parece impensable en el Camp Nou, incluso aunque el ritmo del juego de los locales no sea óptimo.

La presencia de Keita y la ausencia de Busquets en el eje central frenaba la circulación y la mayoría de las jugadas morían en el muro rossonero, por un carril central saturado. Sólo las llegadas de Alves y alguna galopada de Abidal por la banda contraria lograban habilitar a Messi en sus primeros latigazos, todos ellos repelidos por un muy acertado Abbiati. Incluso el palo parecía mostrarse adverso para el argentino en un saque de falta en el que dibujó una rosca infinita.

Tanto repliegue del Milan acabó con el balón en su red, gracias a un fantástico 'slalom' de 'La Pulga' entre tres defensores, con pase de la muerte sobre Pedro para que éste machacara. Minuto 34, normalidad momentánea y la lesión de Iniesta para despedir la primera parte: estará un mes de baja al romperse el bíceps femoral de la pierna izquierda.

Llegó la siesta

Con Cesc en el campo y con el Barça algo más implicado, el Barça se estiró y avisó con un gran disparo de Xavi que desvió Abbiati, sin duda el mejor de su equipo entre tanta llegada culé. Pero el guardameta italiano nada pudo hacer un minuto después en el magistral lanzamiento de falta de Villa, por la escuadra y con suavidad.

Ese fue quizá el error del Barça. El marcador sonrió y dio algo de oxígeno a un rival 'acorazado'. El Milan, sabedor de cómo se ganan las guerras de trincheras en inferioridad, se escondió tal y como lo hizo en la primera mitad y trató de repeler el desorden amenazante de los de Guardiola.

Entró entonces Puyol, entre tanta placidez y con el 80 % de posesión encima, y Busquets recuperó su sitio en el centro del campo (Keita fue el damnificado). Mientras, Villa daba entrada a Afellay, el único que dispuso de alguna llegada con peligro.

Así se llegó al descuento, con el partido sangrando y con el Milan manos a la obra. Sabido el guión y los antecedentes, sólo faltaba un córner, un balón con mala intención y un remate poderoso de Thiago Silva entrando desde atrás. Una sacudida digna para una siesta inexplicable. Este campeón también se confía.

Ficha técnica

2 - Barcelona: Valdés; Alves, Mascherano, Busquets, Abidal; Keita (Puyol, m.67), Xavi, Iniesta (Cesc, m.39); Pedro, Messi y Villa (Afellay, m.84).

2 - Milan: Abbiati; Abate, Nesta, Thiago Silva, Zambrotta; Van Bommel (Aquilani, m.78), Seedorf, Nocerino; Boateng (Ambrosini, m.33); Pato y Cassano (Emanuelson, m.62)

Goles: 0-1, m.1: Pato. 1-1, m.35: Pedro. 2-1, m.50: Villa. 2-2, m.90+2: Thiago Silva.

Árbitro: Martin Atkinson (ING). Mostró cartulina amarilla a Van Bommel (m.18), Villa (m.52), Nesta (m.57), Alves (m.70) y a Puyol (m.90+2).

Incidencias: Primer partido de la liguilla de la Liga de Campeones, grupo H, disputado en el Camp Nou ante 89.861 espectadores. En el primer tiempo, Boateng e Iniesta tuvieron que se ser sustituidos por sendas lesiones. El gol marcado por Pato, a los 24 segundos del inicio del partido, es el quinto más rápido de la historia de la Champions.

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