El Club Balonmano Valladolid ha quedado disuelto este miércoles tras 23 años de historia, según ha informado su presidente, Óscar Simón, tras confirmar que el administrador concursal ha presentado al juez un informe para la liquidación del club.

La asamblea extraordinaria de socios ha sido informada, en un ambiente tenso, de la decisión del administrador concursal en una reunión en la que  los reproches hacia la actual y la anterior directiva han sido protagonistas de una jornada que ha puesto fin a 23 años de historia de la entidad.

Desde que se fundara el club, en 1991, ha competido en la Liga Asobal, donde fue de menos a más, ya que se pasó de terminar en la parte media-baja de la tabla a lograr durante varios años la tercera plaza liguera, en las temporadas 2008/09 y 2009/10, que supusieron su mejor clasificación. Esta temporada se concretó su descenso.

El primer entrenador del equipo fue Manolo Cadenas, que ya vivió momentos complicados del club con un encierro de 16 días en los vestuarios del polideportivo Huerta del Rey, en la temporada 1994/95, en protesta por la situación económica, y que finalmente se solventaría gracias a la generosidad de socios y simpatizantes.

En la siguiente campaña, Juan Carlos Pastor tomó el relevo de Cadenas en el banquillo para permanecer durante casi dos décadas, hasta que, al finalizar la pasada temporada, en vista de la situación del club, tomara la determinación de iniciar una nueva andadura con el Pick Szeged húngaro.

Con Pastor, el BM Valladolid consiguió, en 1997, debutar en competición europea, concretamente, en la Copa EHF, donde alcanzaría los cuartos de final y en la que, sólo dos años después, se plantó en la final, si bien cayó ante el Magdeburgo alemán.

Sería un punto de inflexión para los vallisoletanos, que en el año 2000 disputaron la primera final de la Copa del Rey ante el Barcelona y que, en 2002, consiguieron su primer título, al vencer por 28-27 al cuadro azulgrana en la final de la Copa Asobal disputada en Valladolid.

Fueron años gloriosos para el conjunto morado, que sumó dos títulos de Copa del Rey a su palmarés en 2005 y 2006 -año este último en el que también se proclamó subcampeón de la Recopa de Europa- y que, en 2007, a punto estuvo de alcanzar la final de la Liga de Campeones, de la que le separó un sólo gol ante el Flensburg alemán.

El BM Valladolid logró disputar dos temporadas más la máxima competición continental, en la 2009/10 y la 2010/11, ya con el título de la Recopa de Europa en sus vitrinas, el cosechado en 2009 ante el Nordhorn alemán.

Esa trayectoria ascendente se mantuvo hasta hace dos campañas, en la que los vallisoletanos finalizaron la liga Asobal en la cuarta plaza, pero los recortes en el presupuesto y los numerosos problemas en forma de lesiones han derivado este año en el descenso de categoría y con él, en la desaparición de la entidad.

La anterior directiva, comandada por Dionisio Miguel Recio, dejó una deuda de 1,8 millones de euros que se atrevió a asumir el actual presidente del BM Valladolid, Óscar Simón, aunque se mostró incapaz de sacar al club del pozo en el que estaba inmerso y este miércoles ha sido el encargado de poner la lápida a un club histórico.

José Carlos Muñoz, socio número uno del BM Valladolid, junto a exjugadores como Manuel Martín o Juan Molina, han inscrito un nuevo club denominado BM Atlético Valladolid en el registro de la Junta de Castilla y León para que el balonmano no desaparezca en la ciudad y pueda comenzar desde cero desde la División de Honor B, aunque ha advertido que será algo complicado.