El Barcelona, líder de Primera, prosigue con su caída libre y cayó derrotado ante el Atlético de Madrid por 4-3. Su distancia con respecto al Real Madrid, su única amenaza, mengua imparablemente. De siete a cuatro puntos, concretamente. 

El partido del Vicente Calderón fue sencillamente memorable, de los que afianzan el amor hacia este deporte, plagado de alternativas, emoción, polémica y brillantez. El conjunto de Abel Resino olvidó recientes despropósitos ante los de Pep Guardiola y se dejó las entrañas en el campo. Desde el primer minuto fue a por la victoria, imprimió un ritmo elevadísimo y encontró con justicia el deseado botín. Aunque le costó una barbaridad.

Agüero, en el primer minuto, mandó un balón al lateral de la red que medio Calderón y media audiencia percibió como gol, por el efecto óptico. A renglón seguido, y con el Atlético como un huracán, Hetinga, aprovechando un frustrado intento de blocaje de Valdés, marcó, pero el árbitro lo anuló por un inexistente fuera de juego. 

El Barça, a todo esto, no daba señales de vida. Entonces, contradiciendo la inercia que tomaba el partido, Henry sacó el fusil en la frontal del área y anotó el primero. No tenía mucho sentido, pero los Atlético-Barça, en muchas ocasiones, se escapan a la lógica.

El Atlético encajó mal el jarro de agua fría y se vino un poco abajo. Lo intentaba, pero con menos convicción. Así llegó el segundo, obra de Messi, que volvió a convertir a la defensa rojiblanca en un caótico grupo de alevines.

Forlán recortó distancias

Pocos apostaban por la remontada del Atlético, pero Forlán, al que la afición atlética debería construir un monumento por sus goles, su competitividad y su admirable derroche, recortó distancias de un zapatazo desde fuera del área, ante el que Valdés dio la impresión que podía haber hecho más.

Con este intercambio de reveses se llegó al descanso. Y tras el intermedio, continuó el recital futbolístico. El Atlético retomó la batuta del encuentro, con el uruguayo y con Simao inspiradísimos.

Así se gestó el empate. Tras un error clamoroso de Eto'o delante de Leo Franco, Agüero, al que se le notaba algo impreciso pero con un evidente deseo de reivindicarse, aprovechó un desajuste defensivo del Barça y, de tiro cruzado, fijó el provisional 2-2.

El clima en el Vicente Calderón era de remontada. Henry, que definitivamente vive una segunda juventud como futbolista, discrepó y endosó al guardameta rojiblanco el tercero de los visitantes. 

Hasta el momento, el partido era una verdadera exquisitez. Entonces, el Atlético apretó los dientes y quiso ser el protagonista. En un alarde de confianza y bravura, los de Abel remontaron con dianas de Forlán de penalti y de Agüero, tras un mal despeje de Puyol. Hay Liga. Cada vez hay menos Barça. Y hoy, por fin, hubo Atlético.

FICHA DEL PARTIDO

4 - At. Madrid: Leo Franco; Heitinga, Pablo, Ujfalusi, Antonio López; Maxi (Sinama m. 66), Assuncao, Raúl García (Maniche m. 77), Simao; Forlán (Banega m. 88) y Kun Agüero.

3 - Barcelona: Victor Valdés; Alves, Márquez, Puyol, Silvinho (Cáceres m. 77); Xavi, Gudjohnsen, Toure Yaya; Henry, Eto'o y Messi.

Goles: 0-1: m. 18, Henry, de disparo desde fuera del área. 0-2: m.30, Messi en jugada personal. 1-2: m. 32, Forlán de disparo lejano. 2-2: m. 55, Agüero, tras fallo de Márquez. 2-3:m. 73, Henry. 3-3: m. 78, Forlán, de penalti. 4-3: m. 86, Agüero.

Arbitro: Bernardino González Vázquez (Colegio Gallego). Enseñó tarjeta amarilla a Heitinga, Raúl García, Assuncao, Alves, Messi.

Incidencias: Partido de la vigésima quinta jornada de Liga, disputado en el estadio Vicente Calderón de Madrid, ante unos 55.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Diego Alcalá Rivero, jugador de alevín del Atlético de nueve años que falleció el pasado jueves tras estar seis días en coma después de sufrir un trágico accidente al golpearle la cabeza la cubierta de un banquillo en Las Rozas.