Esta vez las tuercas de Renault funcionaron a la perfección y Alonso se impuso contra todo pronóstico en una carrera para la que no era ni mucho menos favorito.

Schumacher y Felipe Massa, los dos de Ferrari, habían dominado con autoridad la sesión de calificación y partían desde los dos primeros puestos de la parrilla. Con Alonso en quinto lugar, pocos aficionados pensaban que al káiser se le pudiera escapar este triunfo.

Sin embargo, cuando el semáforo se puso en verde, Alonso tardó muy poco en demostrar que iba a vender cara su derrota. En la primera curva adelantó al Toyota de Jarno Trulli y en la vuelta 12 hizo lo propio con el hermanísimo Ralf Schumacher.

Empieza la presión

Quedaba todavía un mundo y Alonso ya era tercero, por detrás de los dos Ferrari. La carrera prometía. Schumacher empezaba a notar la presión del asturiano y la sintió aún más cuando el español adelantó a Massa en la primera parada en boxes.

A ritmo de vuelta rápida, el piloto español se colocó en el retrovisor de Schumacher y muchos empezaron a pensar que la victoria era posible.

Schumacher sufría al frente de la carrera hasta que en la vuelta 37 el motor de su Ferrari dijo basta, dejando tras de sí una estela de humo. Alonso pasó como una flecha y ganó la carrera.

El título se decide en Brasil

Fernando Alonso tendrá la oportunidad de proclamarse campeón del mundo el próximo 22 de octubre en el circuito brasileño de Interlagos, el mismo escenario donde el año pasado levantó su primera corona mundial. Al piloto español le bastaría con acabar en los puntos; es decir, entre los ocho primeros puestos, para ser campeón, independientemente de lo que haga Michael Schumacher, a quien sólo le vale ganar. Si el alemán de Ferrari no vence en Brasil, Alonso también sería campeón aunque no puntuara.

Así lo han visto...

F. Alonso piloto de Renault: Tengo una sensación de bienestar absoluto; no pensaba ganar

Schumacher piloto de Ferrari: El título de pilotos está perdido, hay que ganar el de constructores.

¡Hasta el chapuzas lo celebra!

El buen rollo ha vuelto al equipo Renault tras la victoria de Fernando Alonso y el tercer puesto de Giancarlo Fisichella. El asturiano no dudó en celebrar el éxito, llave inglesa en mano, junto con los mecánicos del equipo, entre los cuáles posiblemente estuviera el operario que falló con la tuerca en China y que ayer estuvo en el banquillo en Suzuka.