Alberto Contador, el hombre de las tres semanas

  • El madrileño logra su séptima vuelta de tres semanas, la más madrugadora a la hora de coger el liderato de todas y la primera en la que lo tuvo que recuperar.
  • Iguala al italiano Franco Balmanion: dos victorias en el Giro de Italia (Balmanion en 1962 y 1963) y las dos sin haber logrado triunfar en una etapa.
  • Alberto Contador triunfa en su segundo Giro de Italia tras el de 2008.
Alberto Contador marca el número tres con los dedos en el podio de la penúltima etapa del Giro 2015.
Alberto Contador marca el número tres con los dedos en el podio de la penúltima etapa del Giro 2015.
EFE
Alberto Contador marca el número tres con los dedos en el podio de la penúltima etapa del Giro 2015.

Siempre que echa sus cuentas, Alberto Contador considera que entre su palmarés también se encuentran los trofeos de un Giro (2011) y un Tour (2010) más. Subir al último podio de rosa y de amarillo, respectivamente, sí que subió. Pero estas dos victorias, y algunas más en otras pruebas, le fueron anuladas por las derivas del asunto del clembuterol. Aquellos picogramos de un tira y afloja, contaminación alimenticia según el ciclista, evidencias de dopaje según la AMA. Es historia, es pasado y, aunque ni al ciclista ni al entorno le gustan, ahí están los episodios de una carrera intensa como pocas. La de Contador. El bloguero portugués Rui Quinta lo resumía bien este sábado, tras la etapa de Sestriere: "Alberto Contador vence su segundo Giro por segunda vez".

Apunta el de Pinto que su trayectoria se acerca a su final (en diciembre, 33 años). Un camino que está jalonado como pocos de polémicas, dichos y desdichos y momentos comprometidos. Y por un don para las tres semanas. Con su triunfo en el Giro de Italia 2015, el primer español que completó la triple corona reúne oficialmente siete citas de tres semanas: tres ediciones de la Vuelta, dos del Giro y otras dos del Tour. El mejor vueltómano del panorama actual, acaso solo perseguido a mucha distancia por el italiano Vincenzo Nibali, último inquilino en alcanzar la triple corona. En este Giro vivió esa complejidad de día a día, todo un encadenado de momentos como para un argumento. Un concentrado. Avisos de intenciones, caídas, incertidumbres, jefes vehementes en sus declaraciones, reacciones, bonificaciones, liderato, más caídas, pérdida y recuperación del rosa, avería mecánica y emboscada, remontada, marcaje, contraataque y mazazo, suspense y gestión. Y la primera gran vuelta por etapas en la que el madrileño tiene que recuperar el liderato, circunstancia inédita en sus otros éxitos.

Un Giro frenético e intenso (con dieciocho ciclistas a menos de una hora de Contador en la general; el italiano Coledan, el último, finalizó a más de seis horas y media) donde se han vivido pocas jornadas tranquilas y en el que las escapadas toleradas han tenido mucha menos presencia ante el empuje de los ilustres. Y para empuje, el del Astana. El vigilado equipo kazajo, la gran oposición de Contador, ha acabado contando con dos bazas, las del italiano Fabio Aru y Mikel Landa, que no ha sabido desplegar sobre el tablero cuando tocaba. Al final pareció buscar la segunda plaza de Aru ante un Landa por momentos más fuerte, más resistente; y siempre comprometido con el rol de gregario, aunque en Italia puntualmente se le afease por lo contrario. El alavés, que acaba contrato y en algún momento manifestó verbalmente una falta de sintonía con Contador, saldrá con muchas novias de este Giro. Además de con dos de las tres victorias parciales estatales. Beñat Intxausti, que no pudo concretar la maglia azul de rey de la montaña, logró la otra.

Un Giro donde Contador vistió la maglia durante 16 jornadas, donde se estrenó en el liderato antes que nunca (en la quinta etapa, en el Abetone) y del que sale, contando la experiencia de 2008, con 23 rosas. Las trece jornadas de rosa de la edición de 2011, un triunfo del fue desposeído, le hubiera convertido en el sexto hombre del palmarés histórico, empatado con Jacques Anquetil por delante de Fausto Coppi, Bernard Hinault o Miguel Indurain. Pero eso es pura especulación. Sí es más real que, como el italiano Franco Balmanion, ganador en las ediciones de 1962 y 1963, Contador ha logrado dos victorias finales sin triunfo alguno de etapa. Además, el líder del Tinkoff-Saxo, campeón de la Vuelta 2014, viene de ganar las dos últimas rondas por etapas que ha disputado. Con los podios de Contador y de Landa, España logra su tercer 'doblete' en el cajón final tras los de José Manuel Fuente y Paco Galdós en 1972, cuando fueron segundo y tercero respectivamente tras  Eddy Merckx, y los de Abraham Olano y Unai Osa en 2011, cuando acompañaron al ganador Gilberto Simoni.

El Tour de Francia es el siguiente reto para el de Pinto. Y lo de reto, tal cual. En 2011, el anterior precedente,  tras arrollar en ese Giro, naufragó después en el Tour. Suprimidos esos resultados, las experiencias apenas quedan como malos recuerdos. Sueños. O pesadillas. "Hoy he comenzado a preparar el Tour de Francia", manifestó en la meta de Sestriere.

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