La oficina de prensa del torneo anunció que la dimisión del comité en pleno ya fue aceptada por el presidente de la FIDE, Kirsán Ilyumzhínov, quien ha asumido sus funciones hasta el nombramiento y llegada de los nuevos miembros de la instancia de apelación.

El comunicado indica que durante las negociaciones llevadas a cabo por Ilyuzhínov con ambos equipos para salvar el torneo también se llegó a un acuerdo sobre el polémico asunto de las habitaciones de descanso de los jugadores y su derecho de utilizar el baño.

Tópalov aceptó que cada ajedrecista disponga de un baño personal en su habitación de descanso, en vez de compartir ambos el mismo, a cambio de que cada equipo pueda inspeccionar previamente el local de su rival, según la agencia oficial rusa Itar-Tass.

El jugador búlgaro acusó el jueves al ruso de hacer trampas y recibir ayuda durante sus frecuentes visitas al baño y dijo que no le volvería a dar la mano, mientras que Krámnik amenazó con retirarse del mundial si no respetaban su privacidad.

Tópalov se anotó el viernes la quinta partida al no comparecer el ruso, indignado, con lo que recortó la ventaja de Krámnik, quien sigue dominando el torneo con 3 puntos, por 2 de su rival.

El punto de desacuerdo que aún tiene que superar Ilyumzhínov es ahora si se repite la partida del viernes, como exige Krámnik, desde el marcador 3-1, o bien se prosigue el torneo teniendo en cuenta el resultado de la jornada de ayer (3-2), como pretende Tópalov.

Ilyumzhínov impuso ayer un receso indefinido en el torneo, con la esperanza de reanudar el juego este domingo, aunque finalmente se puso de acuerdo con el juez principal, Guert Gijssen, para aplazar la partida al menos hasta el lunes.