La Guardia Civil detiene a dos personas tras hallar el cadáver de un reo que no regresó a prisión tras un permiso

  • El interno del penal orensano de Pereiro de Aguiar permanecía desde el verano en paradero desconocido.
  • Había cumplido 22 de los 25 años de condena por haber matado a su mujer y a sus dos hijos.
Agentes de la Guardia Civil en una imagen de archivo.
Agentes de la Guardia Civil en una imagen de archivo.
EFE
Agentes de la Guardia Civil en una imagen de archivo.

El preso gallego Fernando Iglesias Espiño, que el 13 de agosto tendría que haber vuelto al penal orensano de Pereiro de Aguiar en el que cumplía condena por haber matado a su mujer y a sus dos hijos en Jinámar (Gran Canaria), ha sido hallado muerto este jueves en una granja de Piñor de Cea.

La Guardia Civil ha informado de la localización de su cuerpo en una finca de este lugar, así como de dos arrestos producidos en el marco de una investigación sobre la cual está decretado el secreto de las actuaciones. El interno permanecía desde el verano en paradero desconocido después de no regresar a la cárcel tras un permiso penitenciario.

Desde un inicio los investigadores mantuvieron todas las hipótesis abiertas, al no descartar que le hubiese podido suceder algo o que simplemente decidiese no regresar, y ello pese a haber cumplido más de tres cuartas partes de la condena. Fernando Iglesias Espiño, de origen pontevedrés, fue condenado a 54 años de prisión por un triple parricidio.

No obstante, este hombre, que ingresó en prisión en 1996, había cumplido 22 de los 25 años que como máximo podía pasar entre rejas según el código vigente cuando fue condenado por asesinar a su mujer y a sus dos hijos. En la actualidad, se encontraba disfrutando del tercer grado y cumplía su pena en el módulo del centro penitenciario en el que se encuentran los reos en régimen de semilibertad. Salía de la prisión cada dos fines de semana.

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