La Audiencia de Cantabria ha condenado a tres meses de prisión y al pago de una multa de 360 euros al funcionario adscrito al Cuerpo Nacional de Policía de una comisaría de Santander que en varias ocasiones se quedó con las tasas de renovación del DNI, por un delito de malversación y una falta de estafa.

Así se ha acordado en el juicio celebrado este martes en la Sección Primera de la Audiencia, en el que CM.G.D. Ha reconocido los hechos y ha habido conformidad entre las partes.

En concreto, ha sido condenado a tres meses de prisión por el delito de malversación de caudales públicos y al pago de una multa de 180 euros, así como inhabilitación especial para cargo o empleo público durante ese tiempo. Y por la falta de estafa, tras la aplicación de la atenuante por reparación del daño, le han impuesto otra multa de 180 euros.

Además, el procesado deberá indemnizar a la Administración General del Estado con 191,90 euros, y a dos particulares con 60,60 euros y 10,10 euros, cuantías todas ellas que ya han sido consignadas.

Según el escrito de la Fiscalía, los hechos ocurrieron en junio de 2010 cuando el procesado atendió aproximadamente en veinte ocasiones a personas que acudían a la comisaría a renovar su DNI o pasaporte porque se les había caducado, supuesto que conlleva el pago de una tasa de poco más de diez euros.

Sin embargo, CM.G.D tramitaba el expediente administrativo como de expedición gratuita y se quedaba con el dinero que le entregaban los solicitantes. De esta forma, el dinero de las renovaciones no llegaron nunca a ingresar en el erario público y quedaron en el poder del acusado aproximadamente 192 euros, que el acusado ha restituido mediante su consignación judicial.

Además, en al menos tres casos, el funcionario atendió a personas que solicitaron renovar el DNI o pasaporte por supuestos en los que estaban exentos del pago de las tasas pero se lo cobró y se quedó con ese dinero