Sanidad asegura que cumplió la ley "escrupulosamente" con la mujer que opositó tras dar a luz

La médico opositora Carmen Truyols en su lugar de trabajo.
La médico opositora Carmen Truyols en su lugar de trabajo.
C.T.
La médico opositora Carmen Truyols en su lugar de trabajo.

Tres años encadenando contratos temporales y una única oportunidad para que la médico Carmen Truyols pudiera lograr una plaza fija como anestesista entre 650 aspirantes: la del día 26 de noviembre, a las 9.30 horas, en un aula de la Universidad Complutense de Madrid. Mismo día, casi misma hora y mismo año que el destino hizo de las suyas y nació su segundo hijo en el hospital Gregorio Marañón. Eso hizo el azar. La ley, "injusta" según Carmen, marcó el resto de su historia.

La oposición de esta sanitaria de 32 años transcurrió con "la pelvis y las piernas bloqueadas por la epidural, los puntos de sutura recién cosidos, un bolígrafo en una mano, respondiendo 160 preguntas tipo test, y el suero enganchado en la otra".

Nunca se imaginó este escenario, "el peor que podía ocurrir después de una noche de parto", pero la posibilidad existía y avisó al Tribunal Médico semanas antes. La "única solución", como marca la ley, era hacer el examen, vigilada, en un aula del mismo hospital. Y así, a las 9.30 horas del pasado sábado, Carmen dejó al recién nacido con su marido, durante tres horas, para competir por una de las 45 plazas que no salían a concurso público desde 2010.

"Doy a conocer mi caso como protesta social. No es para hacer política, ni contra un gobierno, ni contra el tribunal, ni contra el hospital que he dado a luz. Esto es muy injusto", indica Carmen Truyols en entrevista con 20minutos. La facultativa insiste que fue "voluntariamente": "Mi voluntad es que mis hijos tengan una madre con un empleo estable. No hay mayor mal para mis hijos que yo firme contratos precarios".

Por su parte, fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid señalan que con esta opositora "se hizo exactamente lo mismo que con otras personas" y citan el caso de dos mujeres que, ya ingresadas, opositaron en el hospital, una el pasado día 2 de octubre y otra el 29 del mismo mes.

"No es igualitario. Mi marido no tiene este problema"

"Se cumplió la ley "de manera escrupulosa", matizan. Si bien, reconocen, su caso era el "más extremo", por coincidir prácticamente con la hora del examen.

La afectada responde a esto: "No digo que hayan hecho nada ilegal, al revés, lo que me sorprende es que esa legalidad sea defendida. Es una ley absurda e inhumana".

Preguntada por cómo fue capaz de afrontar el examen en dichas condiciones físicas y anímicas, Carmen cuenta cómo fue impulsada por la propia maternidad.

A las 8.30 horas, mientras le cosían el periné en paritorio, a su marido le suena el teléfono. "Me están llamando del tribunal. Qué le digo. Déjalo ya, Carmen. Qué más da".

"En ese momento pensé que era muy injusto", explica la médico. "Cuando tienes un bebé te vez capaz de cambiar las cosas. Él me dio la valentía de decir ‘esto no está bien, hay que cambiarlo’". Y reflexiona: "No le puedo decir a mi hija que los hombres y mujeres son iguales, y a la vez que no se quede embarazada porque no puedes hacer un examen. Mi marido no tiene este problema".

La Consejería recuerda que actuaron con el margen que les da "la jurisprudencia", "para asegurar los principios de igualdad, mérito y capacidad".

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