De Cartagena a Harvard: "Para tener oportunidades interesantes hay que irse fuera de España"

  • Daniel Bautista, joven murciano de 22 años, viajará a Boston para diseñar un nuevo dispositivo de asistencia ventricular.
  • El joven ingeniero explica que "no es un experimento universitario" ya que la creación reemplazaría la función de un corazón dañado por infarto o insuficiencia.
  • El 20 de abril comienza una aventura que terminará nueve meses después.
Daniel Bautista, de 22 años, natural de Cartagena y alumno de la Universidad Politécnica de Cartagena, viajará a el 20 de abril a la Universidad de Harvard.
Daniel Bautista, de 22 años, natural de Cartagena y alumno de la Universidad Politécnica de Cartagena, viajará a el 20 de abril a la Universidad de Harvard.
UPCT
Daniel Bautista, de 22 años, natural de Cartagena y alumno de la Universidad Politécnica de Cartagena, viajará a el 20 de abril a la Universidad de Harvard.

Con ilusión, confianza y ganas de vivir una nueva experiencia, Daniel Bautista afronta un gran reto: trabajar con uno de los mejores equipo de diseño y prototipado del mundo en Boston. Poco expresivo y sin dar saltos de alegría, este joven de 22 años y natural de Cartagena (Murcia) se considera "un afortunado" por la oportunidad que le ha brindado la Universidad de Harvard: "Es lo que me apetece y lo que siempre he querido", declara.

Su función será la de desarrollar, durante nueve meses —del 20 de abril al 20 de enero— y junto a un grupo de científicos especializados de todo el planeta, un nuevo dispositivo de asistencia ventricular (VAD), utilizado para reemplazar la función de un corazón dañado, ya sea por un infarto o por insuficiencia cardiaca.

El Boston Children's Hospital y el Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering pasarán a ser sus nuevos hogares gracias al desarrollo de un Trabajo de Fin de Grado (TFG) "relativo a técnicas de diseño y mecánica de fluidos" y a la formación que le ha proporcionado la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).

Graduado en Tecnologías por la UPCT y actual alumno del máster de Ingeniería Industrial que ofrece la misma universidad, Daniel Bautista confiesa que siempre ha tenido la ilusión de marcharse fuera de España para completar sus estudios porque "para tener oportunidades de trabajo interesantes hay que irse fuera. En España se pueden encontrar, hay grupos de trabajo muy buenos, pero las opciones son menores". A pesar de que le quedan "unas cuantas asignaturas" para terminar sus estudios, nada le impide emprender un nuevo rumbo profesional.

"El avance en la ciencia es el dinero y la gente que contrates"

Viajar a Estados Unidos le permitirá trabajar con programas de diseño asistido con ordenador para crear un nuevo dispositivo de asistencia ventricular, sistemas de impresión 3D, microfabricación de instrumetos muy pequeños y que conllevan una fabricación muy particular y, a medida que avance el proyecto, crear un banco de pruebas con modelos para realizar simulaciones de dinámicas de fluidos. "La idea es la de desarrollar un producto bueno para venderlo a una empresa que lo comercialice, no es un mero experimento universitario".

"La oportunidad de realizar un proyecto así, con la cantidad de dinero que pueden invertir en EE UU para realizar trabajos tan interesantes, no la tendría en otro sitio. Al final el avance en la ciencia es el dinero y la gente que contrates. Estados Unidos es una potencia económica muy grande que invierte mucho dinero en estos proyectos, paga a la mejor gente y avanza a un nivel que no podemos avanzar aquí", subraya.

Precisamente, entre sus futuros compañeros hay gente de todas las nacionalidades: de Londres, Rusia y, en mayor parte, de China. "Sé que voy a tener compañeros muy competentes y eso es una garantía. La oportunidad de compartir lo aprendido me atrae bastante".

La diversidad cultural, aprender idiomas y conseguir contactos han sido los pesos pesados que han hecho que balanza que se haya inclinado a favor de aceptar el proyecto. "Una de las cosas que yo busco yendo allí es demostrar que puedo hacer ese trabajo, conseguir contactos y a través de ellos ir metiendo la cabeza en ese mundo".

Pero todo tiene sus 'pros' y sus 'contras'. La parte negativa es que, al no tratarse de una beca universitaria, para contribuir con los altos costes del viaje "la universidad y el colegio de ingenieros (COIIRM) están buscando becas o patrocinios" que ayuden al joven, pero "de momento no se ha concretado nada".

La familia de Daniel es la encargada de sufragar personalmente todos los gastos que el traslado requiere: vuelo, visado y alojamiento al otro lado del charco. "Llevamos dos meses buscando ayudas pero por el momento no nos han dado nada, hemos iniciado el papeleo para alguna beca pero no son de cuantias muy altas. Como mucho nos darían 600 euros, para el vuelo y ya está".

Perseverancia y "un poquito de suerte"

Desde hace un par de años, este joven de Cartagena está centrado de lleno en el diseño de microdispositivos, por lo que ve su futuro ligado la aplicación de los mismos en el ámbito de la medicina y en Harvard podrá ampliar progresivamente todos sus conocimientos para alcanzar su meta.

"Buscando mucho y con un poquito de suerte conseguí una entrevista con el director del Boston Children Hospital que dirige el proyecto" y a raíz de esto, "tuve varias conversaciones —en inglés y empleando vocabulario técnico— con algunos de los ingenieros de Harvard, los responsables que voy a tener allí. Al final me llamaron y aceptaron mi solicitud", explica el murciano que matiza que "es una oportunidad muy buena y me la he buscado yo".

Ahora su esfuerzo se ve recompensado. A partir del 20 de abril comienza un viaje que, a priori, terminaría en enero de 2017 y del que espera que: "ojalá se alargue". "Si cuando se acaben esos nueve meses y yo he dado 'la talla' no creo que haya ningún problema en que yo prolongue mi estancia", finaliza.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento