La picaresca siempre despierta en tiempos de crisis. Desde el verano pasado, cuando empezaron los malos datos económicos, los timos contra las personas mayores de la región se han disparado, según confirman la Policía, las organizaciones de la tercera edad y los consumidores.

La Policía ha detectado "un aumento de estafas por parte de gente que agudiza el ingenio por la necesidad", explican fuentes del sindicato policial CEP. "A los timadores profesionales se añaden ahora los eventuales; novatos que sólo se atreven con los débiles, con los mayores", dice el agente.

En el centro y el sur

La Policía, además de perseguir a los estafadores, está alertando a las víctimas potenciales. En la comisaría de Usera, una de las más afectadas junto con Centro y los distritos del sur, están preparando "cursos dirigidos a los mayores para que sepan detectar la estafa", según el oficial de la Policía Municipal de Usera.

La crisis ha resucitado los timos tradicionales, como el tocomocho o la estampita. Incluso los trileros han vuelto a salir a la calle, sobre todo en los alrededores de la calle Ballesta. Sin embargo, el más extendido es el del falso empleado de la compañía del gas.

Pero también se han multiplicado los engaños realizados por empresas legales. "Muchos comerciales que van puerta a puerta se aprovechan de los ancianos y les intentan vender de todo", alertan en la Confederación de Organizaciones de Mayores. "Les venden productos que no necesitan, contratan servicios que no van a usar y los engañan para que cambien de compañía", explican los consumidores de Facua.

Cinco preguntas a Ana Vela, experta en consumo y asesora de la confederación de mayores y de la comunidad

1 ¿Hay más riesgo de estafa ahora por la crisis?

Los estafadores están afilando ahora las uñas para conseguir más dinero; pero también los mayores están más alerta para que no les toquen sus ahorros.

2 ¿Qué engaños sufre más la tercera edad?

Las llamadas por teléfono para ofrecerles un producto o desde concursos de televisión. También los captan en viajes: los llevan en bus y los retienen en un hotel para venderles mantas, colchones o bisutería. Son muy vulnerables con las nuevas tecnologías.

3 ¿Por qué los escogen a ellos?

Los engañan fácilmente por su desconocimiento de las tecnologías modernas, por su ingenuidad y porque no leen los contratos que les ofrecen.

4 ¿Qué trucos utilizan?

Los timadores son muy amables o aparentan estar desesperados para ganarse su confianza.

5 ¿Cómo pueden detectar un timo?

Lo primero es desconfiar de las ofertas muy buenas y del dinero fácil. Ahí siempre hay gato encerrado. Contra el fraude, sentido común.

Decálogo rápido para incautos

Trileros. Parecían extinguidos, pero vuelven. El estafado debe adivinar dónde está la bolita para ganar la apuesta; pero el trilero esconde la bola.

Estampita. Un joven se hace pasar por retrasado y ofrece un sobre lleno de dinero falso a cambio de dinero de verdad.

Tocomocho. Cambian un décimo de lotería por una cuantía de dinero con la falsa promesa de que tiene premio.

Billetes tintados. Venden un fajo de billetes pintados que se pueden limpiar con un producto, pero son falsos.

Paquete falso. Un mensajero sube un paquete y lo cobra como si fuera contrarreembolso, pero no contiene nada.

Viajes engaño. Invitan a los ancianos a un viaje muy barato. Una vez allí les venden todo tipo de productos.

Adivinos. Suelen engañar a los mayores con lecturas del futuro y curaciones falsas.

El del gas. Un falso técnico de la compañía de gas o luz hace una supuesta revisión por la que cobra a la víctima.

Tarifa plana inservible. Ofrecen packs de televisión, teléfono y tarifa plana a ancianos sin ordenador.

Pulseras curativas. Llegan a casa y ofrecen bisutería o líquidos que obran milagros.