Se eleva a 47 el número de muertos por Harvey en Texas, que va camino de Tennessee

La guardia nacional de Luisiana (Estados Unidos) intenta poner a salvo a los ciudadanos que corren peligro por las inundaciones causadas por el paso de la tormenta tropical Harvey, en Lake Charles.
La guardia nacional de Luisiana (Estados Unidos) intenta poner a salvo a los ciudadanos que corren peligro por las inundaciones causadas por el paso de la tormenta tropical Harvey, en Lake Charles.
EFE
La guardia nacional de Luisiana (Estados Unidos) intenta poner a salvo a los ciudadanos que corren peligro por las inundaciones causadas por el paso de la tormenta tropical Harvey, en Lake Charles.

La tormenta tropical Harvey, considerada ya más destructora que Katrina, se desplaza hacia Luisiana después de devastar numerosas localidades del sureste de Texas, especialmente Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos.

Harvey, que tocó este miércoles tierra en el estado de Luisiana, ha causado la muerte de al menos 47 personas, una cifra que está creciendo en las últimas horas y que se espera que aumente a medida que los servicios de emergencia se abren camino entre las aguas.

Entre las últimas muertes confirmadas por el sheriff Ed González, del condado de Harris, cuya capital es Houston,  hay una familia hispana que quedó atrapada el pasado domingo en su furgoneta cuando intentaba huir de la catástrofe y que fue encontrada tras el cese de precipitaciones en uno de los suburbios de la ciudad.

A esas víctimas mortales se le sumaron otras dos en el cercano condado de Montgomery, donde un hombre quedó atrapado en su vehículo y otra persona murió tras intentar nadar a través de una carretera inundada, informó la oficina del alguacil del condado.

30.000 refugiados

Hasta ahora, 32.000 personas se han refugiado en 230 albergues del estado de Texas y otras 1.800 personas han sido trasladadas de refugios a hoteles en las últimas horas, según detalló el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Brock Long.

Además, 210.000 afectados pidieron ayuda económica al Gobierno, que ya desembolsó 37 millones de dólares en asistencia financiera a aquellos que la han solicitado a través de los programas oficiales de ayuda en casos de desastre (disasterassistance.gov).

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, insistió en una conferencia de prensa en la magnitud del desastre y pidió a los residentes de las zonas inundadas que no conduzcan "bajo ningún concepto" y sigan las órdenes de las autoridades locales.

Dada el área y la cantidad de las personas afectadas, Harvey "es mucho peor de lo que fueron Katrina o Sandy", afirmó Abbott en referencia a los huracanes que devastaron en 2005 Nueva Orleans, el primero, y que en 2012 inundó grandes zonas de la ciudad de Nueva York y de la costa de Nueva Jersey, el segundo.

En este sentido, la empresa de meteorología AccuWeather calculó hoy que Harvey, convertido ahora en tormenta tropical, lleva camino de convertirse en el desastre natural más costoso de la historia de Estados Unidos, con un coste estimado de más de 160.000 millones de dólares.

Esa cifra es similar al "efecto combinado" de Katrina y Sandy.

Guardia Nacional

Abbott anunció además el despliegue de un total de 24.000 efectivos de la Guardia Nacional en Texas para ayudar en las tareas de emergencia, rescate y ayuda de los afectados de la tormenta.

Así, 10.000 militares de otros estados y 2.000 de la guardia estatal que estaban destinados en otros países llegarán en las próximas horas para ayudar a los 12.000 compañeros que ya estaban sobre el terreno hasta este miércoles.

"Es el despliegue más grande en la historia de Texas por una catástrofe natural y seguramente el número seguirá creciendo en los próximos días", indicó el mandatario.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplaudió la labor de los equipos de emergencia tras el impacto del huracán Harvey en las costas de Texas y Luisiana, y aseguró que han salvado "incontables vidas".

A aquellos "que han perdido a seres queridos, todo Estados Unidos está afligido con ustedes, y nuestros corazones se unen con los suyos para siempre", dijo el magnate al comienzo de un discurso en Springfield (Misuri).

El mandatario, que viajó este martes a algunas de las zonas afectadas por el ciclón en Texas, dijo haber visto "de primera mano la resiliencia del espíritu estadounidense", y animó a las víctimas para el camino de recuperación que tienen por delante.

El presidente estadounidense dijo que ha alcanzado "proporciones épicas". "Es histórico, pero os digo que esto ha pasado en Texas y Texas puede superar cualquier cosa", sostuvo.

"Nunca nadie ha visto algo como esto y sólo quiero decir que ha sido honor para nosotros trabajar con el gobernador y con todo su equipo", señaló Trump. El mandatario reconoció la labor que los servicios de emergencias estaban realizando para dar respuesta al huracán Harvey, añadiendo que espera sirva como guía para saber cómo actuar ante nuevas catástrofes naturales.

El huracán Harvey es el primer desastre natural al que se enfrenta Trump, que durante el fin de semana ya dijo que trata de evitar los errores que cometió en 2005 el presidente George W. Bush con Katrina.

Su esposa, Melania Trump, ya ha recibido críticas por ir a visitar las zonas inundadas vestida con tacones de aguja.

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