Fallece un afroamericano en Texas tras recibir dos descargas eléctricas realizadas por policías

Normal Cooper, un afroamericano de 33 años, murió la madrugada del domingo en la ciudad de San Antonio (Texas, EEUU) tras recibir dos descargas efectuadas con pistolas eléctricas por parte de agentes de la policía local, según informó esta institución.

Según explicó al periódico local San Antonio Express News, el portavoz del Departamento de Policía de esa ciudad, Javier Salazar, el incidente se produjo después de que una patrulla de agentes respondiera a una alerta por "violencia intrafamiliar".

Al llegar al lugar, Cooper, "un hombre de una gran envergadura", se resistió a abandonar la vivienda, por lo que uno de los agentes trató de inmovilizarlo con una descarga eléctrica, según Salazar.

Como la descarga no logró el efecto deseado, el otro agente que atendía la emergencia también disparó su pistola eléctrica contra Cooper, que entonces sí quedó inmóvil y murió poco después, según el informe forense.

De acuerdo con los agentes, cuya procedencia étnica no se ha facilitado, Cooper estaba bajo la influencia de las drogas o el alcohol.

Los dos agentes han sido apartados temporalmente del cuerpo

Los dos agentes han sido apartados temporalmente del cuerpo mientras la oficina de Medicina Forense del condado de Bexar investiga ahora la causa de la muerte.

Seis policías suspendidos tras la muerte de detenido negro

Por otra parte, seis agentes de policía de la ciudad de Baltimore (EE UU) fueron suspendidos este lunes mientras se investiga la muerte de un detenido afroamericano a consecuencia de las heridas sufridas mientras se encontraba en arresto, informaron medios locales.

fallecido era Freddie Gray, un afroamericano de 25 años que fue arrestado el 12 de abril y que, mientras se encontraba en custodia policial, sufrió una herida grave en la columna que obligó a hospitalizarlo y lo dejó en estado de coma hasta que su fallecimiento el pasado domingo.

La investigación abierta por las autoridades de Baltimore pretende establecer cómo sufrió las heridas Gray y si los agentes intervinieron o no, lo que todavía se desconoce.

El jefe de policía de la ciudad, Anthony W. Batts, aseguró en rueda de prensa que durante el arresto de Gray un agente sacó una pistola eléctrica, pero que no llegó a utilizarla.

Violencia policial y racial

Gray y Cooper pasan a engrosar la lista de nueve afroamericanos fallecidos a manos de la policía estadounidense, cuyas prácticas están en entredicho sobre todo desde que, en agosto de 2014, un agente asesinó en Ferguson (Misuri) al joven Michael Brown, muerte que desató una oleada de protestas raciales.

A principios de este mes, un agente de policía de Carolina del Norte fue detenido después de que se difundiera un vídeo en el que se aprecia como efectuó ocho disparos por la espalda contra Walter Scott, un hombre afroamericano desarmado que trataba de huir corriendo.

También a principios de abril, un policía voluntario de Oklahoma disparó, supuestamente por equivocación, contra un sospechoso en el marco de una operación para detener a un traficante de drogas y armas, y le causó la muerte.

En todos esos casos, los fallecidos eran afroamericanos y los policías, blancos.

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